Tomado de Descubriendo talento.
Recientemente una compañera de trabajo me comentó una situación que
tenía que le preocupaba.
Una persona muy cercana a ella le había regalado un libro que había
escrito con la intención de que ella le diera su opinión.
Mi compañera había empezado a leerlo y, dada la temática del mismo, le
estaba costando bastante seguir la trama. Aparte de que el libro no terminaba
de “engancharla”.
Su preocupación era que su amigo, en un plazo corto de tiempo le iba a
pedir su opinión sincera sobre el libro y ella se sentía incapaz de decirle la
verdad por no herir sus sentimientos.
¿Qué
hacer entonces?
Dar feedback o emitir una opinión
sobre una persona, una situación ó un tema es algo delicado dado que
normalmente entran en juego emociones encontradas: las ganas de dar una opinión
sincera y el temor a hacer daño a la persona. Y sin embargo es algo que
continuamente hacemos.
Cuando el feedback lo damos a un colaborador, compañero o jefe, la
situación puede llegar a complicarse bastante, a pesar de que es habitual
escuchar expresiones del estilo “puedes ser honesto, estamos en
un clima de total colaboración“, ” no te preocupes que lo que
digas se tendrá en cuenta de acuerdo con la
situación“….
La realidad no es tan sencillo y a ninguno nos gusta que nos digan algo
que no encaja con nuestra percepción de la situación o simplemente que nos
digan que no gusta lo que hemos dicho o hecho.
¿Es posible emitir una opinión honesta sobre algo
sin sentirnos que estamos fallando a la otra persona y sin que la otra persona
se lo tome como una ofensa?
La respuesta es SI. Y como otras habilidades, se puede aprender y
mejorar con la práctica.
Podemos encontrarnos dos tipos de feedback:
·
Feedback de
reconocimiento: es el que consiste en emitir una
opinión positiva ó de reconocimiento a una persona. Este tipo de feedback
debería ser el más utilizado en las empresas. Sin embargo, la realidad nos
demuestra que es el que menos se utiliza, a pesar de que sus beneficios son
elevadísimos y su coste prácticamente nulo.
·
Feedback de
mejora: es aquel que consiste en dar información
a un colaborador sobre algún área, habilidad concreta sobre la que cabe una
mejora. Tampoco es el más utilizado en las empresas ya que lo que se suele
ocurrir es que este tipo de feedback se convierte en un reproche o un comentario de
censura sobre alguna situación o comportamiento.
¿Cómo
dar feedback?
Tanto si lo que queremos es dar un feedback de reconocimiento como de
mejora, las pautas son las mismas con algunas matizaciones:
1. A la hora de dar un feedback de reconocimiento,
conviene hacerlo delante del resto de colaboradores. Es una manera de que el
resto de empleados vean que el reconocimiento es una práctica habitual por
parte de quien lo da. Además es una manera de multiplicar los efectos motivadores
del reconocimiento. En definitiva, a todos nos gusta sentirnos reconocidos
delante de los demás y no es lo mismo que nos lo digan en privado a que se haga
de manera pública.
2. En cambio, el feedback de mejora conviene
darlo en privado, siempre que sea posible. Se trata de decirle a una persona
que debe mejorar una habilidad o su desempeño y el hecho de hacerlo
privadamente, demuestra sensibilidad hacia la autoestima de la persona que lo
recibe.
3. El feedback debe centrarse siempre en hechos y no en la persona. Si
queremos que nuestros colabadores estén receptivos a la hora de recibirlo, es
conveniente que se haga centrándose en la situación concreta y dejando a un
lado cualquier tipo de alusión personal.
4. El feedback de mejora se recibe mejor si
se comunica con una sonrisa y
se pone el acento sobre cómo dar herramientas a
la persona para que pueda mejorar. Es habitual encontrarnos con que este tipo
de feedback se convierte en una oportunidad para decirle al colaborador todo lo
que hace mal sin darle más información.
5. Elegir el momento más adecuado para dar
el feedback. Valorar el estado de ánimo del colaborador al que se le va a
comunicar y ponernos en su lugar. En definitiva empatizar con
la persona y la situación.
6. El feedback se recibe mejor si se hace
desde el “yo” y no desde el “tu”. No es lo mismo decir “Tu
libro no me gusta” a decir “creo que no tengo los suficientes conocimientos
como para entenderlo”
7. Tener en cuenta que la comunicación es
una calle de dos sentidos y
dependiendo de cómo se comunique, la persona reaccionará de una manera u otra.
Dar feedback tiene unos efectos positivos incalculables ya que incide
directamente en la motivación de nuestros colaboradores.
Y a la vez, si ese feedback se utiliza únicamente como método de crítica
y censura provocará el efecto contrario, el desánimo y la desmotivación de las
personas.
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